Aula de la Naturaleza
Sostenía San Francisco de Asís en su “Cántico de las criaturas” que el Universo se dirige hacía el ser humano, lo mismo que el ser humano se vuelve hacía el Universo de donde procede. Por eso nos pertenecemos mutuamente. Nos une el vínculo de la fraternidad. No podemos considerarnos como seres separados de la Tierra; somos hijos de la Tierra, somos la misma Tierra.
San Francisco se adelantó a su época en la reconciliación entre el hombre y la naturaleza. Por eso muchos le consideran como un ejemplo para la mentalidad ecológica actual.
En este marco en que la tierra fraternal, ingenua y sencilla es considerada por Francisco como nuestra madre y también nuestra hermana es donde surge el espíritu que impulsa el proyecto educativo de un huerto-jardín en este Centro Escolar, en el que tenemos la suerte de disponer de un terreno necesario. La idea esencial es conservar y preservar, es decir, la naturaleza puede ser usada y protegida al mismo tiempo.
Nuestra aula de naturaleza y huerto escolar se presenta como una actividad puntual continuada que permite introducir conceptos de protección y mejora del medio ambiente. Durante la duración que se determine en cada proyecto, el área de conocimiento del medio trabaja sobre el huerto. Así, todo el alumnado es capaz de introducirse en éste (para ellos) nuevo mundo que significa un contacto directo con la naturaleza. A través de este recurso educativo, también se aporta información para entender lo urgente del cuidado del medio ambiente, las circunstancias que lo deterioran, contaminación de los suelos, agua, progresiva desertización, reutilización de recursos, etc.
Es decir, se trata por un lado de la experiencia directa con el trabajo en el huerto, y de otro lado, estimular el desarrollo de una conciencia ecológica. Un doble criterio de aprendizaje que dirige las actividades del huerto. Hacer aprender. Se trata de capacitar a los alumnos de forma que puedan entender que ellos y el medio ambiente son una misma entidad, y que de las relaciones que mantengan con él, depende no sólo su calidad de vida presente sino el futuro de la vida. Se estimula la participación de propuestas y sugerencias.
Los alumnos construyen pues su propio conocimiento a partir de una realidad que está en continuo cambio y desarrollo: el huerto. No se trata de una realidad estática, sino que se modifica con el trabajo diario, de forma que impregna de un dinamismo significante la actividad, emociones y experiencias.
Las labores en el huerto, suponen una oportunidad idónea para satisfacer la curiosidad de los alumnos ante una situación novedosa, además de favorecer el trabajo cooperativo. Sus preguntas y reflexiones se van integrando en el proceso de aprendizaje, de tal forma que puedan completarse conocimientos teóricos y obtenerse conclusiones, dentro del proyecto global de conocimiento de los alumnos y alumnas.
El huerto cuenta actualmente con 14 maceteros destinados a las clases de 1º, 2º, 3º y 4º de Primaria. Cada clase durante el curso escolar, va realizando tareas de siembra, trasplante, recolección y, lo más importante, el conocimiento de las plantas, herramientas y el cuidado a través del tiempo. Se consigue así favorecer y mejorar la responsabilidad ante un ser vivo. Los alumnos de 5º y 6º se dedican a tareas como las ya mencionadas y a la realización de compostaje, reproducción y mantenimiento del huerto.
Los alumnos de infantil hacen visitas al huerto para observar los cambios de se producen en la naturaleza, dependiendo de la estación del año. Se les enseñarán las herramientas de trabajo adaptadas para ellos y su utilización. El huerto es un lugar ideal para favorecer y reforzar los conceptos que se presentan en los Proyectos que se están utilizando actualmente.
Acceda a toda la información y novedades del Aula de la Naturaleza pulsando aqui